La intensa luz de los focos que iluminan el quirófano es lo último que los pacientes que precisan un trasplante ven antes de que los profesionales médicos obren el milagro. Este recuerdo pone punto final a una angustiosa carrera de fondo en la que el tiempo siempre juega en contra. En elComplejo Hospitalario de La Coruña (Chuac) se trasplantaron el pasado año258 órganos, la cifra más alta de todos los hospitales españoles. Cada una de estas intervenciones es el resultado de un complejo protocolo de actuación en el que pueden llegar a participar hasta medio centenar de personas entre cirujanos, enfermeros, pilotos, conductores, policías e incluso controladores aéreos. El coordinador de trasplantes en la Comunidad gallega, Jacinto Sánchez, se remonta al minuto cero de la donación para dar cuenta de cómo empieza todo. «Cuando estamos ante una situación de muerte encefálica nos reunimos con la familia. Tratamos de expresarles con palabras cercanas cuál es el escenario, porquesabemos que les vamos a pedir algo muy complicado en el peor de los momentos. Pero es el único momento en el que lo podemos hacer», explica.
En un 78% de los casos (en Inglaterra esta media es del 60%, y en Alemania del 50), los familiares del fallecido aceptan la donación. Su «sí» es la señal para poner en marcha dos auténticas contrarreloj que confluirán en la mesa de operaciones. Por una parte está el donante, al que de forma inmediata se le hacen las pruebas que ayudarán a determinar su compatibilidad con los posibles receptores. De forma paralela, los coordinadores consultan la lista de «urgencias cero». Las personas que figuran en ella tienen una esperanza de vida de 48 horas, por lo que si el órgano es coincidente viajará rápidamente al lugar en el que se encuentre el paciente en situación límite. En caso de que no haya ninguna prioridad en territorio español, el órgano podrá ser trasplantado al primer receptor compatible de la lista del hospital de origen, de la ciudad, de la comunidad, de zonas anexas o del conjunto del territorio nacional, siempre por este orden de prioridad.